Vacaciones 2024. Etapa 5: Cangas de Onís
Me despedí de Acevedo, sabiendo ahora por un experto, que lo correcto es escribirlo con v. Éste mismo, fue quién me firmó su libro “Las claves del dodecaédro” que había comprado en el bar del pueblo.
El puerto de montaña para bajar hasta Cangas discurre por carreteras muy estrechas, por las que hay que circular a 40 km/h. Hice varias paradas para hacer fotos de los impresionantes paisajes. El río Sella fue un compañero fiel durante todo el trayecto.

Llegué a Cangas de Onís en el peor día de la semana. Todo estaba repleto de gente, coches por todas partes; imposible aparcar y el hotel no disponía de parking privado. Por esta razón, decidí continuar mi viaje hasta la siguiente etapa: Castro Urdiales.
Comentarios recientes